Sobre la imperfección


Dicen que el
viejo sabio le habló al alumno sobre la imperfección con esta pequeña história...


En una remota aldea vivía un viejo campesino que cada día iba a buscar agua a una fuente lejana, donde su agua era la más fresca y clara de todas las del alrededor.

Todos
los días, cogía dos cántaros atados cada uno a los extremos de un bastón y se dirigía ceremoniosamente hacia la fuente. Llenaba los dos cántaros, los volvía a atar al bastón y tranquilamente, regresaba hacia su casa. Pero cuando llegaba, siempre y sin excepción
uno de los cántaros estaba medio vacio mientras que el otro llegaba con toda el agua. El primero era imperfecto, lleno de grietas por dónde el agua se escurría durante el camino. El otro perfecto, liso, brillante y sin ninguna agujero por dónde pudiera escaparse el agua.

Y pasaron los años, y el campesino, todos los días llegaba con un cántaro lleno y el otro medio vacio sin que al parecer eso le perturbara demasiado. Hasta que un día, el cántaro imperfecto le dijo al anciano:

- me avergüenzo de mi mismo, soy un mal cántaro, imperfecto, siempre hago que pierdas agua por el camino, lo siento...

y el campesino soltó una carcajada y le contestó:

- no te preocupes viejo cántaro, eres tal y como tienes que ser. Mira, ves todas estas flores que nacen sólo en el lado del camino por donde tu, cada día, vas dejando caer pequeñas gotas de agua? Pues viven y crecen gracias a tu agua y a tu imperfección.

Fin


Cris, gracias por prestarme un pequeño objetivo de tu arte.

Posted on dimecres, d’octubre 22, 2008 by Xavi and filed under | 2 Comments »

2 comentaris:

Anònim ha dit... @ 22 d’octubre del 2008, a les 22:45

Qué razón tiene el anónimo!

De nada, majete.

A seguir difundiendo la sabiduría.

Suerte!

Anònim ha dit... @ 23 d’octubre del 2008, a les 18:09

bueno... ahora se los efectos que han producido en tí las radiaciones del telepeaje... y las muchas horas de aislamiento... :P

Don Quiquete de la Mancha