La procesión de los infieles


Hoy es un día especial para mí y para el blog. A partir de este post, y espero que hasta que la imaginación, el tiempo y la constancia nos acompañen, mi amigo 6Q, me ayudará a decorar con la magia de sus dibujos las paredes de este modesto rincón de reflexión. Todo surgió como de costumbre, entre la euforia de un trago de vino y la co
mplicidad de muchos años de amistad. La resaca del día siguiente nubló la ilusión con que me embriagué la noche anterior, pero pasado todo este tiempo, la luz de esta primera experiencia vuelve a mostrarme las ganas de continuar escribiendo todo lo que sobrevive a la ignorancia de mi cabeza, y de hacerlo junto a las siluetas de imaginación que dibujará un amigo, capaz de dar vida a una simple servilleta, sólo con su lápiz, su destreza y la pasión de toda una vida dibujada entre los bocetos que recubren su alma. Frans, gràcies per compartir el teu talent amb la meva humilitat…

Y una vez hechas las presen
taciones, comencem…

Se terminaron las procesiones de Semana Santa, y con ellas, la de la operación salida, la de facturar maletas, la del viernes santo, la de la caja en el supermercado el sábado por la mañana, la del tele arrastre, la del Happy Meal para el niño, la de las palomitas para la niña, la del tuperware en el campo, la de la operación retorno…Y
vuelven otras, la de volver a madrugar, la de volver a trabajar, la de volver a estar sin trabajo, la de volver a ver las mismas caras, la de volver a redundar una y otra vez en la cansina y sin sentido rutina del día a día, esperando que esta vez, sea el puente del 1 de mayo o quizás ya las vacaciones de verano, la que nos descuelguen de la cruz de la monotonía y nos resuciten en paraísos arenosos recubiertos de toallas, tumbonas, parasoles, palas, pelotas de goma y aceites protectores donde la vergüenza y la dignidad resbalan, caen y se hunden en aguas sazonadas y condimentadas con pelos, pises, cacas, profilácticos y tiritas con restos de pus; donde lo único que flota son colchonetas de plástico barato y rasposo, patrocinadas por ese mismo aceite protector, incapaces de hacer reflotar ni a la vergüenza ni a la dignidad perdidas entre el estampado del parasol y la toalla ya reseca del PRYCA, pero que sí sustentan, si bien en pocas ocasiones, a apetecibles siluetas uniformemente bronceadas y debidamente depiladas, en otras muchas, a kilos de músculos repartidos ordenadamente en gimnasios, y en la mayoría de veces a cuerpos proporcionalmente despistados con peligrosas curvas celulíticas alquitranadas de cerveza, tortilla de patatas y tacos de jamón…

Pero no es mi intención hablar hoy de vacaciones, ni de la fauna playera que biodiversifica nuestras costas todos los veranos. Hoy quería reflexionar sobre el desapego con que vivimos de nosotros mismos, de nuestros valores y de nuestra moral.

Hemos roto las velas de nu
estra conciencia y nos hemos abandonado a la deriva de “es lo que hay…”.
Hemos abandonado a la suerte de la calle, entre el frío y cuatro cartones a nuestra alma; y sin embargo, hemos construido casas que cobijan y calientan nuestros pies y nuestras manos…
Hemos dejado de viajar hacia nosotros mismos para encontrar la paz; y sin embargo, viajamos a millares
de kilómetros para encontrar tranquilidad a la sombra de palmeras de plastilina y cócteles de polvo en sobre…
Hemos dejado de caminar por senderos polvorientos de moral donde poder contemplar paisajes de convicciones; y sin embargo, conducimos por carreteras asfaltadas de ambición, donde la velocidad diluye nuestra ética en sombras de competencia…
Hemos perdido el contacto con nosotros mismos; y sin embargo, contactamos con centenares de personas diariamente sin salir de casa…

Y así, como tantas otras c
osas que han hecho perder a la conciencia el timón de nuestros valores y convicciones, dejándolo en manos de sociedades, protagonizadas por políticos incompetentes y vendidos por poder, que sucumben a sistemas impregnados de veneno capital, que les asegura crédito económico y renta electoral; por supuestos líderes espirituales que se masturban con ideas infectadas de virus pretéritos, que condenan el uso del preservativo y se corren encima de poblaciones faltadas de placer, embarazándolas de dioses no deseados e impidiéndoles que aborten y así carguen con su cruz; por fanáticos profetas que encarcelan entre rejas de tela, a ojos que lloran por la libertad de sus mujeres y sus pueblos; por medios de comunicación dependientes, vacíos del más mínimo criterio periodístico y vendidos al mejor postor, que crean mentiras sobre realidades subjetivas que domestican a sus fieles; por lobbys empresariales que dirigen todo este teatro de títeres y que cortan los hilos de millones de actores con sueños de madera vieja, que se rompen al caer sobre el suelo del escenario…

Y por todo ello, y mucho más, debemos salirnos del guión y rescribir nuestra propia obra, dejar de ser atrezo, deshacernos de los hilos que nos sustentan y empezar a actuar, empezar a interpretar el papel de nuestra vida…


Debemos volver a hablar con nosotros mismos, retomar la conversación inacabada, tomarnos una copa de cava y brindar con nuestras almas, emborracharnos de vida, con whisky, con ron, con vodka o tequila, bailar sin complejos con éticas propias, desnudarnos poco a poco de nuestras dudas, hacer el amor toda la noche con valores de otros tiempos, despertarse resacoso de felicidad junto a nuestros principios, y a la mañana, desayunar fresas con nuestra conciencia, y así, empezar libres nuestro nuevo día…

Posted on divendres, d’abril 17, 2009 by Xavi and filed under | 1 Comments »

1 comentaris:

Anònim ha dit... @ 25 d’abril del 2009, a les 21:26

Desde tiempos ancestrales no se recuerda semejante eclosión de talentos por estos lares. Añade una pizca de profundidad por aquí y una pizca de genio por allí, aderezado con el alcohol de las noches promaverales y obtendremos una verdad incuestionable...el imparable despertar de la generación del 78.

p.d. Sois grandes chicos!

Eduardo II