La gran duda


En cierta ocasión andaba un joven inquieto en busca de lo que el decía la verdad absoluta. Recorrió centenar de lugares y conoció miles de gentes antes de llegar, un día, a los pies de un valle donde se encontraba la casa de un gran hombre, según algunos, del más sabio de esas tierras. No dudó en entrar y pedirle a ese hombre poder quedarse unos días allí.

- Haz lo que te de la gana - dijo el viejo sin mostrar ninguna simpatía.


Pasados unos días, y viendo que ese hombre no mostraba ni el más mínimo interés, el joven se sentó junto a él buscando respuesta a sus preguntas más profundas y se atrevió a preguntar:

- Como soy?

- Como un cerdo - respondió el hombre.

El joven quedó perplejo ante la respuesta. La comparación lo dejó sorprendido.

- No te quedes así de atónito - dijo el hombre - ¿ Acaso no comes?

- Claro que como.

- Como un cerdo. Y no duermes?

- Todas las noches.

- El cerdo también. Y no defecas?

- Si, claro.

- Como un cerdo. O sea que ya lo ves, eres como un cerdo.

- No lo creo - dijo el joven.

- Ajá, esta es la diferencia - dijo el viejo -. Que tu dudas y el cerdo no. Y solo esa duda, si es acertada e inteligente te ayudará a encontrar lo que estas buscando, de otra forma amigo mío, tu y el cerdo seréis lo mismo...aunque, todo hay que decirlo, los cerdos sulen ser más pacíficos que los humanos.

Cuento Indio

Posted on dimarts, de desembre 09, 2008 by Xavi and filed under | 0 Comments »